DF Conexión a China | Inversión extranjera al debate
Teodoro Ribera Neumann Rector Universidad Autónoma de Chile, Ex Ministro de Justicia y de Relaciones Exteriores
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Teodoro Ribera Neumann
La compra por parte de la empresa estatal China State Grid de la compañía de distribución eléctrica chilena CGE, de capitales españoles, ha abierto un debate sobre la conveniencia o no de contar con mecanismos de revisión o “screening” a la inversión extranjera.
Chile ha sido un mercado atractivo para las inversiones y producto de ello se han podido desarrollar significativamente áreas relevantes de nuestra economía, como lo son el sector eléctrico, la cobertura y tratamiento de las aguas, los puertos y también las autopistas. Para lograr una profusa inversión extranjera en Chile, el país ha debido asegurar a los inversionistas una previsibilidad de sus decisiones y ofrecer igualmente un Estado de Derecho que garantice la propiedad plena sobre la inversión, como también sobre sus resultados.
En el último tiempo, y también como fruto del surgimiento de otras potencias regionales o mundiales, algunos Estados ha comenzado a establecer mecanismos para revisar las inversiones de fuente externa bajo criterios de seguridad, poniendo limitaciones en zonas de frontera o bien restricciones en áreas que se consideran estratégicas. Tal es el caso de Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Los Estados Unidos de América y la Unión Europea.
Cabe considerar que la OCDE adoptó en 2009 una recomendación para los países receptores de inversión acerca de políticas vinculadas a la seguridad nacional, sugiriendo criterios o principios a considerar. Se ha sugerido igualmente aprobar pronto normas al respecto, pero ello podría conllevar que los actuales inversionistas se sientan afectados en sus derechos y legítimas expectativas derivadas de la seguridad jurídica y de los tratados de protección de inversiones vigentes.
Que esta discusión se produjera ahora respecto de una empresa propiedad del Estado chino, cuando celebramos 50 años de relaciones diplomáticas con ese país, no deja de ser complejo, pues abre la duda de si se trata de una política general en la materia o más bien una medida selectiva y quizás discriminatoria en razón al origen de dicha inversión. China es hoy un actor de primer nivel mundial en materia económica y a él enviamos el 35 % de nuestras exportaciones.
Chile ha sido un país tremendamente abierto a la inversión extranjera y a considerar el mundo entero como el destino de nuestras exportaciones. Por ello, nuestro país no puede prescindir de considerar esta situación, sin perjuicio de que con pragmatismo pueda rediseñar su política de inversiones. Qué duda cabe que diversificar nuestras exportaciones y considerar como uno de nuestros focos India y e Indonesia es fundamental para lograr un mayor equilibrio a futuro, materia ya resuelta el último año por la Cancillería.
Bueno sería dilucidar las verdaderas atribuciones actuales de la autoridad sobre la inversión extranjera, sin perjuicio de que pueden debatirse, para el futuro, otras políticas.